El siguiente relato ocurrió en un examen oral.
PROFESOR: De las siete preguntas de que consta el examen, ya te has equivocado en tres preguntas ( y acertado las otras 3), y sólo nos queda una.
Tu aprobado o suspenso depende completamente de si aciertas o no la próxima pregunta.
¿Te das cuenta?
ALUMNO: Sí. Me doy cuenta.
PROFESOR: La pregunta es ésta: ¿Aprobarás este examen?
ALUMNO: ¿Cómo voy a saberlo?
PROFESOR: Eso no es una respuesta. Debes darme una respuesta clara, sí o no. Si contestas bien, aprobarás; si no, suspenderás. ¡Así de simple!
PROFESOR: De las siete preguntas de que consta el examen, ya te has equivocado en tres preguntas ( y acertado las otras 3), y sólo nos queda una.
Tu aprobado o suspenso depende completamente de si aciertas o no la próxima pregunta.
¿Te das cuenta?
ALUMNO: Sí. Me doy cuenta.
PROFESOR: La pregunta es ésta: ¿Aprobarás este examen?
ALUMNO: ¿Cómo voy a saberlo?
PROFESOR: Eso no es una respuesta. Debes darme una respuesta clara, sí o no. Si contestas bien, aprobarás; si no, suspenderás. ¡Así de simple!
El dio una respuesta y no suspendió.¿Que respuesta darias tu para aprobar?
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