Otro de los grandes misterios que quitan el sueño a los curiosos: ¿cómo hacen para romper la cáscara sin dañar la semilla? ¿la humedecen? ¿la secan? ¿la golpean? ¿la comprimen?
El proceso de descascarillado de las semillas de girasol —popularmente conocidas como pipas— es el siguiente:
- Se secan las semillas provocando con ello el quebrado y la apertura de las cáscaras.
- Se introducen en un recipiente giratorio similar al tambor de una lavadora.
- Se someten a un chorro de aire a presión mientras el recipiente no cesa de girar como si estuviese centrifugando. La combinación de la presión del aire y los golpes acaban por romper la cáscara separándola de la semilla.
- Otro chorro de aire a menor presión arrastra las cáscaras que pesan menos que la semilla, que permanece.
- Se pasan por una criba que separa las semillas peladas de las que, a pesar del proceso, quedaron sin pelar.
Y ya tenemos las pipas peladas. Pero… ¿no os parece que lo realmente entretenido es pelarlas uno mismo?
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